Hay lunares y lunares: ¿cuál es el que has descubierto en tu hijo?

Hay lunares de todas las formas, tamaños, apariencias y texturas. A veces nos asustamos al descubrirlos en nuestros hijos, creyendo que podrían ser síntomas de alguna enfermedad. Pero en la gran mayoría de los casos no es así.


Por qué aparecen los lunares


Entre los elementos que se encuentran en la piel está la melanina, que determina la pigmentación o tonalidad de la piel. En algunas zonas del cuerpo, esta sustancia está en mayor proporción. Al recibir el estímulo de la luz solar reacciona y entonces aparecen los lunares.

Quiénes tiene mayores probabilidades de mostrar lunares


Para mostrar lunares ayudará mucho ser personas de piel clara, que sus padres o antepasados hayan tenido también lunares y que los niños hayan ido a la playa desde pequeños. El hecho de estar expuestos al sol por mucho tiempo durante el verano y casi nada el resto del año, también favorece la aparición de lunares y pecas.

Lunares en los niños


La gran mayoría de lunares que muestran los niños son benignos. En los niños de tez blanca, aparecen especialmente en el rostro, a los lados de la nariz, y se distinguen más por la exposición solar. Aquellos lunares y pecas que aparecen con el tiempo en los hombros y la espalda suelen hacerlo cuando no se ha tenido cuidado especial en protegerles la piel con bloqueadores solares.





Pero existe un pequeño porcentaje de niños que muestran lunares distintos, y por eso es necesario conocer como detectar los lunares que puedan ser tratados cosméticamente o que signifiquen algún riesgo para ellos.

Cómo diferenciar los lunares benignos de los peligrosos


Lo primero es observar su color, los lunares más propensos a degenerar en cáncer tiene muchas tonalidades. Por otro lado, los lunares malignos suelen mostrar formas irregulares y extenderse más por algunas zonas que por otras. El tamaño y la contextura del lunar también son importantes; aquellos que tengan más de medio centímetro de largo y que su superficie se perciba con el tacto, deben recibir atención.

Ejemplo de lunar benigno


Si ves estos tipos de pecas y lunares en tu hijo, lo más probable es que no haya riesgo para su salud.


Estas pecas son las que aparecen comúnmente en niños de piel blanca y como reacción natural al efecto de la luz solar sobre la melanina.

Ejemplo de lunar posiblemente maligno


Así es como se ve un lunar con altas probabilidades de ser maligno. Es irregular, presenta diferentes tonalidades y tiene relieve.



Es muy raro ver este tipo de machas en la piel de los niños, pero ante la duda, lo mejor que puedes hacer es acudir a tu dermatólogo de confianza.


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