Los niños ¿se enferman más que antes?

Cuando eramos niños nos enfermábamos, claro que sí. Pero ahora que somos papás, a muchos nos sorprende y angustia la intensidad con que enfermedades tan comunes como la gripe atacan a nuestros hijos. ¿Es sólo una idea?¿Los niños son más débiles ahora o las enfermedades son más fuertes?


Un martes como cualquiera. Sandrito se levanta de la cama sintiéndose muy mal. De pronto le dan náuseas y vomita una y otra vez con violencia. Sus papás lo observan espantados pues jamás habían  visto algo así.

Recogiendo a Sofía del colegio, su maestra le cuenta a mamá que ha estado tosiendo toda la mañana. Ya en casa, la noche se convierte en una verdadera pesadilla pues la tos de Sofía es tan potente que pareciera que fuera a reventar. Una tos seca e imparable que asusta a todos, pero en especial a Sofía, que no puede ni llorar.

Casos como estos se conocen cada vez más. Lamentablemente al acudir a consulta, muchos doctores no tienen una respuesta completa sobre qué enfermedad atacó a nuestros hijos, menos la cura inmediata que buscamos. Incluso alguno se limitan a  repetir la frase "es un virus" y la rematan con "tiene un ciclo, va a pasar", ante la rabia e impotencia de los papás.

Pero no hay mucho más que se pueda decir. Salvo algunos nombres nuevos que conocer, como por ejemplo "adenovirus", ¿has escuchado de él? Tal vez no, pero es probable que hayas visto sus sintomas en tu hijo. Esta enfermedad es una clase de resfriado que causa fuerte tos, congestión, diarrea y ojos enrojecidos. ¡Pero de ella existen más de cincuenta tipos!

Por otro lado, es imposible hacer aquí un listado de todos los tipos de gripe que existen. Nadie lo tiene, pues permanentemente están mutando. Sabemos, sí, que la gripe puede ir de leve a mortal. Sus síntomas van de dolores musculares y corporales, congestión y tos, hasta vómitos, especialmente en los niños.





Los especialistas indican que es normal que los niños se contagien de un promedio de ocho enfermedades respiratorias y tres enfermedades estomacales al año. Cuanto menores son, más veces se enfermarán y más intensos serán los síntomas. Incluso para nuestra sorpresa, se afirma que es bueno que se enfermen con esta frecuencia, pues así desarrollarán mayor inmunidad cuando crezcan.

H1N1, H3N2Influenza A (se hospeda en las aves y causa más epidemias), Influenza B (sólo en humanos), Influenza C (más leve), son algunos de los muchos tipos de gripe que andan por ahí. Su reproducción y mutación es difícil de pronosticar, al mismo tiempo que las noticias sobre el aumento de los casos de fiebre son cada vez más comunes.

No es entonces idea nuestra; las enfermedades gripales están ahí. Y no es que se pongan peores, sólo mutan y lo que las detenía antes ya no lo hace tan bien ahora. Dependiendo de la región y estación, unos años predomina un tipo de gripe con síntomas más graves y el siguiente otro con síntomas leves. Incluso nuevas teorías se suman para explicarlas, culpando al exceso de limpieza y a los propios medicamentos por su mayor impacto.

Mientras tanto, valga esto para entender la posición de los pediatras; ellos hacen lo mejor que pueden frente a estos escurridizos enemigos de nuestros hijos. No los critiquemos, sigamos sus indicaciones; es lo mejor que tenemos por ahora para aliviar su sufrimiento.



Imagen: Anjanettew en Flickr.


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